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Introducción a la actividad dariana de Macuta (22-1-99)

Damas i caballeros:

Los jóvenes Lázaro Díaz i Claudio Campos (CAICA), escritor el primero i pintor el segundo, ambos partícipes del grupo fundador de MACUTA, me han invitado a que abra yo el programa que ellos con la Biblioteca han organizado para celebrar el 133 aniversario del tránsito de Rubén Darío al segundo momento d e su inmortalidad.

Resulta paradójico que Lazaro i Caica me hayan distinguido de esa manera, a mí que, cronolójicamente, podría ser bisabuelo del mayor de los miembros de Macuta; me refiero a mi particular amigo el poeta Javier León, en cuyos versos alabo sin reservas la intensidad i precisión del habla poética.

Coronel Urtecho comentó alguna vez que en Nicaragua los jóvenes escritores se han venido llevando bien, desde la época de Rubén Darío hasta la fecha en que el autor de Pol-la d’Ananta Katanta Paranta Dedójmia T’elzon formuló aquella observación. Añado que esa relación interjeneracional nunca ha convertido a los jóvenes escritores valiosos en discípulos de los viejos maestros.

Se ha cumplido así la aspiración dariana que leemos en las alumbradoras Dilucidaciones puestas al comienzo de El canto errante: "No soi afecto a polémicas. Me he declarado, en otra ocasión, i con placer íntimo, el ser menos pedagojico de la tierra. Nunca he dicho: ‘lo que yo hago es lo que se debe hacer’. Antes bien, i en las palabras liminares de mis Prosas frofanas, cité la frase de Wagner a su discipula Augusta Holmes: No imitar a nadie; i mucho menos a mi. Independencia.

"El arte de la ordenación de las palabras no deberá estar sujeto a yugos, puesto que acaba de nacer la verdad que dice: el arte no es un conjunto de reglas sino una armonía de caprichos. No hai escuelas, hai poetas." Hasta aquí Darío.

Orijinalidad, libertad, conciencia, trabajo. En eso consise el arte moderno, que viene amaneciendo desde el comienzo de la historia humana.

Orijinalidad, libertad, conciencia, trabajo. En eso están de acuerdo los artistas jóvenes i los viejos artistas. En ese universo de orijinalidad, libertad, conciencia i trabajo, desaparecen los comisarios i jefes de fila del arte.

En le modernismoe, en el que tantos escritores escelentes participaron, Rubén Darío es el más importante, el más influyente. "Lo podemos llamar el Libertador", dice Jorge Luis Borges.

Cuando Rubén se alejaba para siempre en 1916, ya Vicente Huidobro promovía, en Francia i España, el Creacionismo , apertura estruendoso del al vanguardia. En la década de 1910 se imprimieron Trilce de Vallejo, Residencia en la Tierra de Neruda, i Altazor de Hidobro. Ellos, in un poquito después Garcia Lorca i Octavio Paz encomiaron la calidad perdurable de la obra rubendariana.En la misma Oda a Rubén Darío, Coronel Urtecho besa las manos del maestro; así le llama a la la vez que se mofa de los cisnes, las princesas i la orfebería suntuosa de buena parte de la poesía de Rubén.

Vuelvo al comienzo. Viejos i jóvenes escritores se han venido llevando bien. Ultimamente, en Nicaragua algunas voces juveniles iracundas instan a llevar a los maestros a la hoguera. Se les olvidó a los fogoneros que ya no hai maestros. Marta Leonor Gozales, joven i ya conocida escritora boaqueña, cofundadora del grupo 400 elefantes i de la revista del mismo nombre, me dijo, a proposito de la chamusquina maestricida que más bien había que quemar a los discípulos.

El premovimiento cultural saguatepino, en reciente, inédito in impublicable manifiesto dice que no hai que incinerar ni a los maestros ni a los discípulos, porque las incineraciones contaminan el ambiente i que la chamusquina de maestros puede provocar una contaminación majistral, que despertaría al Ministerio Agroopecuario i Forestal, i hasta podría evaporarase la sonrisa del primer ecolojista del país, el ciudadano presidente de la Real Republica de Nicaragua. Yo, personalmente, no sé que pensar acerca de estas cremaciones.

Ahora que, por fin, me calle, se colmarán las espectativas de los circunstantes, cuando escuchen la carta que Lázaro Díaz dirije a sus contemporáneos jóvenes, i cuando observen los dibujos i pinturas del joven artista CAICA (Claudio Campos). Verán el tino de su mano.

Ambos jóvenes ¿ya llegaron a donde van? Caminan a pasos largos i seguros. Brindémosles un aplauso entusiasta.

Flavio César Tijerino
Saguatepe, 22 –I, 99



Manuscrito FCT Introducción a la actividad Dariana de Macuta - 22- I -99, página 1
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Se le aclara al apreciado lector que en estas páginas web
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