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En la tertulia ofrecida por sus amigos a Armando Incer en Boaco Damas i caballeros: A la usanza armandina, voi a comenzar con una anéctoda. La refiere Octavio paz en In mediaciones: "Un dia Ricardo Corazón de León ie el Sultán Saladino decidieron someterse a una prueba para saber quién es el mejor en el manejo de las armas. Corazón de León se acercó al enorme roble a cuya sombra ha levantado su tienda, empuña el hacha de combate, i a primer golpe lo derribó. Saladino llama a un esclavo, le ordena que suspenda en el aire un hilo de seda, desenvaina el alfanje, i lo corta en dos de un solo tajo" Al marjen de la anécdota se me ocurre un imajen; el gorrión jira vertijinoso apoyado en la luz del estambre, i canta. No quiero decir que Armando es guerrero o pájaro – ¿Cómo sería Armando si se llamara Marcial Severo Incer, por ejemplo? Las imájenes que dije i sus contrastes me alumbran, creo yo, el carácter, los hábitos espirituales del amigo poeta Armando Incer. Apunto que sugiero fortaleza no debilidad. Sin fortaleza nadie se gradua de médico. Sin ella nadie llega a ser bueno ni se mantiene así toda la vida. Sin fortaleza nadie sostiene el timbre i el acento poeticos, hasta que no nos despoja de eso i de más la — ¿cómo lo digo, Armando. Ayudame a decirlo — tercera edad. De debo la sed ya he opinado hablando i escribiendo en otras ocasiones. Hoy los amigos de Armando han acordado que uno de ellos—el que habla en este momento— , en nombre de todos agradezca a Armando la invitación a compartir en su casa el 16 de enero la presentación primicial de su hermoso libro, i agradecerle los felices minutos minutos que estamos pasando en compañía del amigo poeta, siempre animadora i cordial. Es evidente que no he podido interpretar bien los sentimientos de todos. Juntemos entonces en un aplauso elocuente lo que he dicho i lo que no pude espresar. Gracias. Buenas noches. Flavio César Tijerino Saguatepe, 2—II— 1999 FCT en ocasión a la presentación "Debo la Sed" del Dr. A Incer página 1 página 2 página 3 página 4 página 5 |