navibar








Notas Sueltas

Notas acerca el Jeneral en su Laberinto

Cuando el venezolano Andres Bello murió en 1865, aún no había nacido el dominicano Pedro Henriquez Ureñe. Don Pedro escribió en uno de sus libros que Bello era el hombre de más vasta cultura de su tiempo. Sin embargo, Andrés Bello, que fué maestro particular de Simón Bolivar afirmó que éste era el hombre mas rico i mas culto de América.

Garcia Márquez cuenta que desde que empezaron las guerras de la Independencia había cabalgado dieciocho mil leguas; que en una ocasion dejó tras si catorce leguas de caballos muertos i más de cuatrocientas leguas de libros i papeles desde Bolivia hasta Venezuela.

El jeneral en su laberinto es la increible i triste historia de Simón Bolivar en los últimos meses de su vida, cuando dice el mismo que "está Viejo ( a los 47 años), enfermo, cansado, desengañado, calumniado i mal pagado; que cuando muera repicararán las campanas en Caracas"; "vaya i cuente al mundo como me vió cagado de gallinas; ya no tengo patria por la cual sacrificarme; a mí solo me falta que me boten al cajón de la basura; ¡puta patria ! Dejenme como estoi ! la desesperación es la salud de los perdidos." También por esos años finales de su vida alguien, cualquiera, le arrojó a Bolivar una pelota que se estrelló en el pecho i le salpicó la cara. Por años, dice G. M . Bolivar tocó fondo i lloro dormido.

El Jeneral en su Laberinto es un libro hermoso i triste: desde el epígrafo firmado de Bolivar: Parece que el demonio dirije las cosas de mi vida, hasta la relación de gratitudes que añade a Garcia Marquez a la novela: habría puesto unas gotas de humor involuntario —i tal vez deseable — en el horror de este libro.

38 veces encontre la palabra lluvia a lo largo de la narración; treinta veces el adjetivo que la califica es patético:
La llovizna milenaria. No iba a escampar en lo que faltaba del siglo. Sin ningún amparo contra la lluvia. Un aguacero premature de una violencia arrasadora. Una nube negra se desventraba en un diluvio instantáneo.
Se precipitó una tormenta de agua i de truenos que dejó la ciudad en situación de naufrajio.
Cien Años de Soledad la escribió la fantasia. El Jeneral en su Laberinto, la imajinación. La exajeración, la hyperbole no la introduce le lenguaje. Lo exajerado lo hiperbólico es la realidad contada con un estilo en equilibrio exacto entre el barroco espontaneo. Detalle curioso: en esta novella lo soez, lo pornográfico tan de modo en la narrative actual multiplicand su ya desagradable presencia en Flavio César Tijerino





Nota del Webmaster: Desafortunadamente, el comentario esta incompleto; las notas subsiguentes no pudieron ser encontradas. Esta nota es presumiblemente escrita después de 1996.




Se le aclara al apreciado lector que en estas páginas web
se ha respetado la ortografía única y distintiva del Poeta Flavio César Tijerino

Copyright © 2010 flaviotijerino.org. All rights reserved.
Reproduction in whole or in part without permission is prohibited.
contacto inicio index