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Notas sueltas… Roberto Mejía publicó en el número XX del semanario VENTANA (fecha… ) un artículo acerca de la promoción institucional de la cultura. En algunos párrafos Roberto alude al perfil del promotor official. Lástima que la brevedad del espacio disponible i, a la par, la amplitude del enfoque, impidieron un desarrollo rigoroso del asunto. El artículo insisted en que el promotor no no debe hacer —i ser— pero apenas dibuja lo que este debe hacer —i ser—. Es lástima porque Rigoberto cuenta con nueve años de experiencia i análisis fructuosos. Roberto afirma que el promotor de cultura no debe ser un hombre orquesta. Me imagino se refiere a diversas habilidades artísticas juntas e un mismo sujeto. Cierto que no. Si es que los ha habido son pocos los hombres que con igual maestría dominan diversas disciplinas. Tampoco se ha probado que la eficiencia del promotor de cultura derive de tal destreza polivalente. Los buenos promotores de cultura (oficiales i oficiosos) se distinguen por la fina i universal sensibilidad que los vuelve familiars de la multiformes encarnación de la cultura entendida en la más estensa acepción de la palabra. En este sentido creo que todos estamos de acuerdo de que redoblamos cada vez que decimos arte i cultura Flavio César Tijerino Nota del Webmaster: Desafortunadamente, el documento está incompleto. Sólo tuvimos acceso a la primera página del borrador. El escrito corregido por el autor no llegó a nuestras manos. |