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Esta voz "¡Oh voz! Siquiera pequeña parte alguna descendiese en mi sentido, y fuera de sí, el alma pudiese, y toda en ti, oh, amor, la convirtiese". Fray Luis de León ¡Esta voz! Va derribando sombras. Ya está aquí, rodeándome, pero por fuera, como una piel de mi piel. Soy isla de esa voz. ¡Esta espera imprevista! ¡Este llegar a mí tan de improviso! Pero tú, ¿te has movido en la tiniebla? Pero yo, ¿me he movido en la oscurana? ¡O nadie se ha movido? Las dos de la tarde i no se mueve nada, nadie. –Un río crepitante de chicharras, sangre del día, se estanca. Aún la noche, en el relój, vecina, está quieta; se la siente fija, para siempre, como si nunca más hubiese de llegar la noche. Fija, a las dos de la tarde de este día, muerta. ¿O nadie se ha movido? ¡Ni yo que ahora sólo soi oído? ¡Quién de los dos puede moverse hacia ninguno! ¡Quién de los dos, a parte alguna! Son tu espalda y mi espalda que se tocan. Pero esta luz, este desbordamiento, ¿podrán entrar en mí, tendré yo entrada? ¿O sólo soi una esperanza a las dos de la tarde de este día. Abierta sólo a la sombra que al final adviene? Flavio César Tijerino http://www.flaviotijerino.org/poemas/poema_38.htm Siguiente Regresar a Lista de Poemas |