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(Carta) Doctor Danilo Aguirre Solís Su Despacho Managua Doctor Aguirre: Mi hermano Juan llevará a usted estas breves líneas de saludo i envío de una carta mía para usted, como acotación a la misiva abierta con que usted, me honró desde END y el 19, IX, 001. Quizás mis acotaciones no vayan a publicarse, tanto por el mínimo valor de su contenido como por la longitud del testo. La prisa -a la que pocas veces me rindo- me impidió acortarla. En todo caso, me satisfará que usted me honre con leerla. Todavía vamos juntos por el mismo camino. Tan adelante usted de mí que apenas si lo diviso a lo lejos. A los zagueros se nos vuelve más llevadera la jornada cuando alguien como usted nos acompaña. Fraternamente, Flavio César Tijerino Boaco, 20, IX, 001 Doctor Danilo Aguirre Solís Su Despacho Managua Estimado doctor Aguirre: Me alegró muchísimo su comentario (END, 1-IX-2001) a mi carta a Luis Rocha (END, 16-IX-2001) en Opinión Dominical, pájina que dirije con invariable acierto nuestro común amigo el poeta Luis Rocha. La edad nos vuelve inmunes a ciertas tentaciones: imajine usted cuánto pudieran engreírme las anotaciones a mi carta, firmadas por el doctor Danilo Aguirre Solís, uno de los hombres incorruptibles más talentosos i mejor informados del país. Paso, doctor Aguirre, a marjenar dos momentos de su misiva. En cuanto al doctor Saborío: Confieso que me quedé corto, cuando aludí solo a su respetabilidad i olvidé mencionar su intelijencia i su erudición jurídica i, sobre todo, su dilatada i tesonera labor promotora i defensora de la institucionalidad, fundamento i salvaguarda del progreso espiritual i material de Nicaragua -de la posible. En cuanto al poder i la lucha por la vida i la libertad. Aquí si parecen diverjir su criterio i mis pareceres, Doctor Aguirre. Donde afirmo que hoi no se puede luchar contra el poder desde el poder, ¿advirtió usted, doctor Aguirre, el minúsculo adverbio -hoi- adjunto a la forma verbal? Los partidos políticos no son ya -¿algunas vez lo fueron?- mediadores entre el Estado i su Frankestein, el pueblo. Los partidos políticos tuvieron su hora -larguísima- i la malversaron, tantísimo. Hoi son facciones de un solo partido. A sus gamonales -homúnculos- no los inspira ni siquiera la atroz, pero humana voluntad de poder, sino la más abyecta codicia, miran en el poder un instrumento para satisfacer su irracional codicia, rectora de lo que podríamos llamar su pensamiento i acciones antropoideas. Recuerda, doctor Aguirre que antes de ahora cuando alguien se daba a la política arriesgaba su patrimonio o su libertad o su vida. O todo esto junto. Hoi la industria política no conlleva riesgos. Todo es carne. La codicia es ídolo antropófago insaciable. Sus adoradores los industriales de la política, le sacrifican la propia i ajena honra, la familia, la patria. «Donde tienen su tesoro allí tienen su corazón». Doctor Aguirre Solís: Se nos trasnacionalizó la lucha por la libertad i por la vida, ya no «proletarios del mundo, uníos», sino pobres del mundo uníos. El enemigo, el tirano, es el jenocida mercado neoliberal los tales gobernantes no son más que secretarios ejecutivos de los prestamistas internacionales. Los industriales de la política compran el poder con el silencio: Te callas i obedeces, sino, no money, monkey. Acaban de aprobar los diputados -todos, menos Sámper el nuevo Código Procesal Penal, instrumento jurídico de la nueva doctrina de seguridad nacional. En adelante a quienes luchen por libertad i por la vida no los acusarán de comunistas ni de narcotraficante, sino de SOSPECHOSOS de terrorismo i por eso los perseguirán i los encarcelarán i torturarán i los asesinarán. Ya veremos a los industriales de la política azuzando a los ejércitos i policías de América ensañados en los terroristas desharrapados i hambrientos. Ya lo veremos. Estas elecciones, doctor Aguirre no son más que la lejitimación de esta nueva forma de opresión globalizada. ¿Resignación, entonces? No. Resistencia. Hai que organizar i globalizar la esperanza. Sin vanguardismos ni totalitarismos. Gobernar desde abajo. Como dijo quien no quiso hacerlo así, porque no podía querer hacerlo. Disculpe tanta majadería, doctor Aguirre Solís. Trataré de decir que sólo el desengaño nos devolverá la esperanza. Lo saludo fraternalmente. A pesar de las diverjencias, estemos de acuerdo en lo esencial. Así sea. Disculpe mi cacografía. No tengo a mano máquina de escribir. Flavio César Tijerino Saguatepe, 20-IX-2001 Regresar a CARTAS |