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Recordando a Flavio César Tijerino Muy cerca de la cúpula del Cerro Saguatepe, Flavio César Tijerino, acuerda la promulgación de su manifiesto “Pre movimiento Sagüatepino” a través de viejas y amotinadas calles veraniegas, extinta de agua, pero sin mar, y la creación divina… de las verdes montañas que que ondulan sobre las colinas de un cielo de azul intensidad. Debiendo obediencia de las miradas absurdas, surgen de las maravillas las aguas subterráneas del río fonseca con el hallazgo de un brazo de mar. Flavio Tijerino, otra vez pronostica un quinto asentamiento a través de los medios radiales, advirtiendo que Boaco es un vástago nutriente de sueños, escaso de agua y con un caserío sonámbulo y de corazón sublime. Sus sandalias marcan el ojo de agua con el llenado de un jardín sediento de figuras humanas. Y da fe pública que los gobiernos esquizofrénicos de miradas ocultas, turbios y envejecidos hacen de esta ciudad un simple caserío. Humberto Rivas Regresar a Aportaciones |